Nuestros pequeños bebes se van haciendo mayores y llega la hora de escolarizarlos, el periodo de adaptación es un tramo duro tanto para el niño como para los padres pero… ¿quién lo pasa peor?
Casi siempre el momento separación de los padres ha sido una situación difícil, hay niños que desde muy pequeños lloran porque sus padres salen de su radio de visión, y otros que ni se enteran. Los míos han pasado por ambas fases, de mis mellizos la niña siempre ha sido un poco más independiente pero el niño no paraba de seguirme con la mirada para no perderme, ains qué recuerdos más bonitos de cuando eran unas bolitas pequeñitas…
Cuando cumplieron 14 meses entraron en la guardería, me hablaron del período de adaptación pero por razones laborales no lo hicieron, de todas formas ellos siempre han ido felices a la guardería al igual que su pequeño hermano, pienso que porque iban juntos, el primer año los mellizos y el siguiente los tres juntitos. El pequeño tampoco hizo periodo de adaptación en la guardería por la misma razón que sus hermanos, además como iban juntos se podían apoyar entre ellos.
Este año los mellizos han iniciado infantil en el colegio, por política del propio colegio los han puesto en clases separadas y hay un periodo de adaptación de 2 semanas. Nos hemos preparado a conciencia y pedimos vacaciones para poder hacer el periodo de adaptación pero la cosa no ha ido como pensábamos.
El primer día de clase solo fueron 1 hora y acompañados por los padres, yo fui con mi hijo a una clase y el papá a otra con mi hija, todo muy bien, conocimos a las seños a los compis y nos explicaron algunas cosas importantes, el comedor lo empezaron desde el primer día y se quedaban ellos solos los niños felices porque estábamos con ellos. La cosa cambio cuando al día siguiente ya iban 1hora y 15 minutos pero ellos solos y después al comedor, ese día la entrada fue puro espectáculo, niños llorando por doquier, seños arrancando de los brazos de los padres a los niños, niños que se escapaban de la fila para volver con los padres…aquello parecía un secuestro colectivo. Ese día decidí que no harían periodo de adaptación.
¿Por qué decidí que no hicieran periodo de adaptación? Pues muy sencillo, ellos no han llorado para ir a la guardería porque entraban temprano y sin follones de padres y niños llorando, así que pensamos que sería lo mejor para ellos. Al día siguiente los llevamos a las 9 de la mañana y otra vez a llorar, he de decir que es mi hijo el que llora, ella muy en su papel de niña mayor, no derrama ni una lágrima, simplemente se acerca a su hermano y lo mira como diciendo porqué llora?
Pasados unos días empezaron ya con su jornada diaria normal, entran sobre las 8 al aula matinal y a las 9 se los llevan a su fila para entrar a clase, mi hijo hoy por fin es el primer día que no ha llorado para entrar, lo cual me alegra enormemente , ya se ha adaptado por fin, mi hija feliz porque le encanta ir al cole de los mayores como le dice ella, y mi pequeñín tampoco llora ya para entrar a la guardería.
Conclusión: el periodo de adaptación está bien para niños que no han estado en guardería y no se han separado de sus padres o cuidadores pero para niños que ya tienen experiencia en rutina de guardería creo que es peor porque se quedan descolocados, viendo como otros niños viven traumáticamente la separación de sus padres y contagiándose de su llanto y miedo.