Desde que di a luz a mis mellizos el dormir se acabó, pero el remate fue cuando 16 meses después nació mi pequeño bebé, esta es nuestra historia de dormir con bebés.
Ya cuando estaba de 30 semanas de mis mellizos la barriga hacía que por las noches fuera muy difícil dormir, la mayoría de las noches tenía que levantarme y sentarme en una silla porque no podía respirar por la barriga.
Más adelante necesitaba la ayuda de mi marido para poder levantarme en mitad de la noche si quería ir al baño, lo cual era varias veces porque presionaban mucho mi vejiga, me sentía como una ballena varada ja ja ja.
Es cierto que el cuerpo te va preparando antes del parto para dormir menos, conforme va avanzando el embarazo los despertares nocturnos se hacen más frecuentes, así cuando tienes el bebé cuesta menos despertarte cada dos horas para darle el pecho.
Cuando nacieron mis mellizos estuvieron un mes en la incubadora con lo cual ellos no me daban guerra desgraciadamente, pero cada tres horas me levantaba a sacarme leche, así aunque ellos estuvieran en la Uci neonatal mi producción de leche sería la misma que si estuvieran tomando el pecho directamente.
Al principio era para verme, por ejemplo a las 12:00 de la noche me sacaba leche, la siguiente vez que me levantaba era a las 3:00 de la mañana y me volvia a sacar leche, al principio me daba cabezazos, se me caía la cabeza, se me caía el sacaleches, vaya un plan, la siguiente vez a las 6:00 de la mañana y ya ahí no me volvía a dormir porque a las 9:00 tenía que estar preparada para entrar a la Uci a ver a mis pequeños y ponérmelos al pecho.
Así que como veis la cosa empezó bastante heavy.
Ya con los mellizos en casa la cosa no mejoró nada sino que fue a peor.(la foto es del primer día que mis mellizos estuvieron juntos en casa).
Al principio se le dieron el alta a la niña y estuvimos con ella solo dos semanitas antes de que le dieran el alta a su hermano, la primera noche no pegamos ojo estuvimos nada más que pendiente de ella mirándola a ver si respiraba fue todo un show.
Cuando trajimos a su hermano más de lo mismo con el problema añadido de que mi hijo tenía regurgitaciones que hacían que se atragantara con lo cual empezamos a turnarnos para dormir, siempre había uno despierto con el niño para que no se atragantara así durante dos meses, en ese tiempo fuimos al digestivo y le diagnosticó alergia a la proteína de la leche de vaca que yo le pasaba a través de la leche materna, con lo cual la solución fue muy sencilla, quitarme los lácteos y fue mano de santo mi hijo paso de la noche a la mañana a ser un bebé normal que no se atragantaba.
Cuando ya eran más mayores cada uno se dormía a su manera, por ejemplo el niño se quedaba dormido en el bigote de una gamba, en cambio la niña había que zarandearla, moverla, cogerla en brazos y hacer todas las monerías del mundo para que se durmiera, en cambio una vez dormidos el niño estaba toda la noche despertándose para comer y la niña sólo se despertaba a sus horas correctas para comer, lo de que duermen a la vez y comen a la vez es pura leyenda urbana por lo menos en mi caso así que estábamos toda la noche levantándonos, éramos dos zombies, pero a todo se acostumbra el cuerpo, a lo mejor dormíamos tres horas y nos era suficiente.
Ya cuando nació el pequeñín los mellizos dormían un pelín más, no os creáis que mucho más pero si un poco más, yo me ocupé del pequeño ya que lloraba y despertaba al resto así que me lo llevé a otra habitación y dormíamos los dos separados, por un lado dormía mi marido en colecho con los mellizos y por otro dormía yo con el pequeñín, así hemos estado 14 meses, ahora dormimos en colecho los cinco, creedme si os digo que es una buena opción para dormir ya que los niños aunque están en sus cunas están pegadas a la cama de matrimonio, les quitamos la barandilla y es como una extensión de la cama, para ellos es como si durmieran con nosotros y se quedan más tranquilos.
La niña que ya se siente mayor a empezado a dormir sola en su habitación, lo cual es un desahogo, a ver si el resto hace acopio así papá y mamá volveremos a dormir juntos, solitos aunque he de confesar que lo echaré mucho de menos ya que han sido y son años compartiendo noches y sueños.